lunes, 17 de noviembre de 2014

SOBRE LA SUSPENSIÓN DE LOS DIÁLOGOS DE PAZ CON LAS FARC

Especialmente en días como hoy, defender el proceso de paz es verracamente duro, ninguna de las partes ayuda:

Las FARC secuestrando soldados, generales y asesinando indígenas, atentando contra infraestructura, reclutando niños, etc. (Nota mental, usar como mantra para no desesperarse: No hay cese de hostilidades, no hay cese de hostilidades).


Santos nuevamente embarrándola con sus comunicaciones vía twitter señalando al General Alzate de violar protocolos de seguridad (y queda claro que si, muy bestia meterse en la boca del lobo así), desmoralizando aún más a las FFAA.



Uribe ahí, capitalizando esta debacle y azusando, como es su estilo, cada vez más a los colombianos. (Como dice mi querido Gonzalo Agudelo "El mejor jefe de debate de Uribe son las FARC_EP")



Y nosotros los colombianosTambién ahí...dejándonos polarizar.



Por mi parte prefiero pensar que esta suspensión de los diálogos es tan solo un impase dentro de este proceso que, sigo pensando (haciendo actos de fe), es urgente y necesario para el futuro de Colombia, ya que la única otra opción que nos queda es seguirnos matando.



Prefiero continuar siendo románticamente optimista con el proceso de paz en Colombia con las FARC, para mí el pesimismo es la derrota.



Al parecer volvernos pesimistas es lo que con su actuar quieren lograr las FARC, Santos y Uribe; Por qué? Porque en la guerra hay más intereses que los que podemos siquiera llegar a imaginar.

jueves, 6 de noviembre de 2014

ACERCA DEL FORO "CÓMO AVANZAR SOBRE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD DE LA TIERRA EN LA ORINOQUÍA" - BALDÍOS

Un tema de gran interés para todos los agricultores, empresarios y autoridades territoriales de la región de la Orinoquía es el tema relacionado con la propiedad de las tierras, la real situación de los derechos de pertenencia de la tierra, la ocupación y adjudicación de tierras baldías por el estado de manera regular e irregular y los procesos de restitución de tierras que se vienen adelantando.

Existe mucha inseguridad jurídica sobre los derechos de propiedad en esta región, lo cual ha limitado el desarrollo y la inversión privada, por eso se realizó el foro “Cómo avanzar en la aclaración de los derechos de propiedad en la Orinoquía”, organizado de manera conjunta por el Centro de Estudios de la Orinoquía (CEO) de la Universidad de los Andes, en alianza con la Universidad de los Llanos (Unillanos) y la Fundación Horizonte Verde. 

El historiador llanero Alberto Baquero hizo un análisis muy completo sobre la historia de la ocupación de las tierras de la Orinoquía desde tiempos de la colonia destacando la poca o nula presencia del estado en el desarrollo de esta región durante gran parte de su historia.

Los juristas invitados: Fernán Bejarano, Guillermo Forero, Luis Ignacio Betancur y Patricia Moncada hicieron un profundo análisis de las normas y procedimientos jurídicos que regulan la adquisición de las tierra sin dueño por dos mecanismos: Adjudicación de Baldíos, que hace el INCODER y por prescripción adquisitiva, es decir, por haber ejercido la posesión sobre terrenos baldíos que no tienen dueño y que están ubicados en el territorio nacional.

Durante el foro se evidenciaron dos posturas: La primera sustentada por el jurista Fernán Bejarano y que es la que han mantenido la mayoría de las altas cortes, quien señala que dando interpretación a las leyes que regulan la materia los terrenos baldíos estos no se adquieren por posesión, ya que esto está expresamente prohibido desde 1873. (Código Fiscal de 1873- Ley 106 de 1873). Según él sólo pueden adquirirse por adjudicación del INCODER. (Los baldíos han sido catalogados como bienes fiscales adjudicables, cuya titularidad corresponde al Estado, quien podrá trasladarla a los particulares. Por regla general el dominio de los bienes se adquiere por prescripción de acuerdo con la legislación civil, pero existen algunos bienes que "por disposición legal, no prescriben" como es el caso de los bienes fiscales adjudicables) ( Los baldíos se pueden adquirir administrativamente a través de procesos adjudicatorios "previa ocupación, en los términos fijados por una de las normas acusadas, el artículo 65 de la ley 160 de 1994)

La segunda, sustentada especialmente por el jurista Guillermo Forero, quien hizo un recuento de las leyes desde 1897, recordando que en esa época el Instituto Agustín Codazzi reportaba que el 90% del territorio colombiano eran baldíos, señaló que la ley que está vigente es la de 1936 (Ley 200/36) la cual se creó durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo, que reconoció la incapacidad del estado de dominar la totalidad del territorio nacional, que había que impulsar el desarrollo de regiones apartadas, formalizar el tema de adquisición de tierras y para ello, hacer una renuncia formal del Estado sobre los baldíos. Para Guillermo Forero, la adquisición por prescripción de bienes baldíos, por haber ejercido la posesión con ánimo de señor y dueño, es válida en Colombia. (Es bueno señalar que antes de 2002, el código civil establecía diez (10) años para la prescripción ordinaria, con justo título y de buena fe, y veinte (20) para la extraordinaria donde no es necesario ninguno de esos dos requisitos, pero la ley 791 de 2002 redujo la prescripciones extraordinarias a diez (10) años y estableció el tiempo de la prescripción ordinaria en cinco (5) años.)

Esta misma discusión se ha dado en todas las entidades que intervienen en estos procesos, a tal punto que es claro que existe un vacío legal en Colombia sobre la correcta forma de apropiación de los terrenos baldíos que da lugar a muchas interpretaciones, lo que ha generado que una cosa piensen los jueces, otra los notarios, otra los registradores de instrumentos públicos, otra los poseedores de la tierra y que al final se genere la inseguridad jurídica sobre la propiedad de estos territorios que hoy tiene en vilo a muchos llaneros que han ejercido la posesión de estos territorios, algunos por más de 60 años. Muchos llaneros cuyas familias llegaron a fundar estos territorios olvidados por el Estado por más de 100 años.

Señalaron los panelistas que la realidad es que el Estado alentó la entrega de territorios a particulares dada su imposibilidad de desarrollarlos y que se ha acordado de su existencia hasta las últimas décadas. También señalan que se ha determinado que existen más de 25 millones de hectáreas improductivas, o bien porque no se usan para nada, o bien porque se les está dando otro uso, se están usando tierra cultivable para ganadería.

Ante la pregunta de qué pueden hacer los llaneros para defender sus derechos la recomendación unánime de los juristas es que hay que hacer una definición legal del tema de baldíos, de su adquisición, que se establezcan procedimientos claros. Hicieron un llamado a que los congresistas llaneros se pongan las pilas ya que es tanta la confusión que este tema no lo resolverán ni los jueces, ni el INCODER, ni las oficinas de notariado y registro. La legislación aplicable a este tema debe surgir del territorio, de los llaneros y no desde Bogotá, donde no se conoce la realidad social que ha vivido el llano en el proceso de construcción del Estado. Deben unirse todos los congresistas de la región de la Orinoquía y presentar sus observaciones al proyecto de ley .

"Este tema debe moverse en el Congreso y he visto a los parlamentarios de la Orinoquía muy pasivos." Fernán Bejarano.

Resaltaron los puntos positivos y negativos del proyecto de ley que actualmente cursa en el congreso:

Negativos: 
- El proyecto no hace una aclaración sobre el modo de adquisición, sigue hablando de adjudicación, regresando así al problema de interpretación de la ley y la inseguridad jurídica. El 99% del proyecto no habla de baldíos.

Positivos:
- Prevee la acumulación de UAF en lugares como el Vichada donde por las condiciones de la tierra se hacen necesarias mayores extensiones para explotar su capacidad productiva.

- Se ha tenido en cuenta las características del suelo así como las condiciones agrológicas y socioeconómicas para fijar la extensión de las UAF,

- Reglamenta el tema de Asociatividad de una forma muy clara. crea. estímulos especiales a los proyectos asociativos.

- Hace una distinción entre los baldíos que deben ser ocupados por campesinos y los que deben ser objeto de otro tratamiento para que puedan ser explotados por inversionistas idóneos y con suficiente capacidad financiera.

- Propone la creación de las llamadas Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico (Zidre) las Zidre son “áreas geográficas aisladas de los centros urbanos más significativos; demandan elevados costos de adaptación productiva; tienen baja densidad poblacional y altos índices de pobreza; carecen de infraestructura mínima para el transporte y comercialización de los productos, y, por sus características agrológicas y climáticas, resultan inapropiadas para desarrollar unidades de producción familiar”

Hicieron mucho énfasis también en estos puntos coyunturales que deben de servir de marco para la correcta implementación de la ley que sea aprobada en el congreso:

- Es urgente el inventario de bienes baldíos ordenado por la Corte Constitucional, consideran que es un requisito indispensable para desarrollar una política pública acorde con las necesidades de la región y de Colombia.
- Es muy importante que se unifique el registro catastral con el de instrumentos públicos.

Durante el foro hizo presencia la sociedad civil que se ha visto afectada por el proceso de restitución de tierras que viene adelantando el INCODER; la Asociación para La Defensa de la Tierra y la Dignidad Llanera (Dignillanos)  cuyo objeto principal es defender los derechos de propietarios y poseedores llaneros quien en cabeza de su presidente manifestó que en próximos días solicitarán que la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes programe una de sus sesiones en Villavicencio para que los congresistas escuchen las recomendaciones de los pobladores tradicionales de la Orinoquía sobre este tema de legalización de predios. 

Enlaces de interés:



domingo, 1 de junio de 2014

Colombia: Entre los "Vivos" y los "Bobos"

Lunes, son las 6:40 de la mañana, salgo para mi trabajo temprano porque tengo mil cosas que hacer, paso por la panadería de mi barrio, compro un café para llevar y el dueño me informa que la vía que va hacia el puerto está cerrada, que no hay paso hacia Villavicencio porque los habitantes del barrio vecino están protestando por la falta de un puente peatonal frente a la Universidad que hay sobre esa vía por las constantes muertes que se han venido presentando ...pienso que es justo que lo hagan, son unos machos los que atraviesan esa vía todos los días para ir a estudiar o trabajar. No concibo cómo en Colombia permiten construir universidades sin previamente exigir suficientes y apropiadas vías de acceso y sobre todo, puentes peatonales... pero en fin ... esa es otra historia.

El señor de la panadería me dice que tengo dos opciones para llegar a Villavicencio, me decanto por la que en ese momento creo que es la mejor ya que sé que por ahí no dejan circular tráfico pesado. Y allí voy, hay bastante tráfico pero está fluido, es una vuelta larga por la vía que llaman "Puente Caído", me tomará unos veinte minutos más de lo presupuestado, pienso yo. Llego a unos 400 metros del punto dónde esa vía sale a la vía que comunica a Villavicencio con Bogotá, al sector del anillo vial. Hay unos 100 carros por delante del mío, la cosa va lenta pero fluye. Estoy preocupada, sumo mentalmente unos 20 minutos más para salir de ese atolladero, ya van 40 minutos de retraso, ya no llegaré a las 7:00 sino a las 7:40, bueno, no es muy tarde, pienso yo... nada me prepara para lo que va a suceder...

Voy en el trancón, lento, y encuentro a mi lado una vía paralela que no tiene más de una cuadra, es como una parte de una obra sin terminar, me preocupo, la paralela empieza a llenarse de carros, de gente que se las da de "viva" y que piensa que los que hacemos la fila ordenadamente somos unos "bobos". Los "vivos¨son más, la paralela se llena con unos 100 carros en doble fila,  ahora la cosa empieza a ponerse más densa, ya no es una sola fila de carros sino tres las que tienen que salir por la misma desembocadura. Según mis cálculos y lo complicado del tema, sumo otros 20 minutos a mi retraso. Tengo piedra conmigo misma por no ser "viva", estoy segura que esos que armaron el desorden van a llegar primero! pero me compongo y me doy consuelo diciéndome que eso me pasa por ser buena ciudadana, por respetar las filas, por... (rayos!).

Pasan dos policías de tránsito en una moto hacia la "salida, van muertos de la risa... pienso: Gracias a Dios! Llegó la autoridad! (Aunque en el fondo me pregunto por qué tantas risitas, será que se están burlando de los "bobos" que estamos haciendo la fila? Elimino inmediatamente ese pensamiento de mi cabeza, son la autoridad y hay que respetarlos!)

Lento, muy lento van saliendo uno a uno, es mucho el trancón en la salida, recuerden que ya no somos 100 en una fila, sino 200 carros en tres filas para salir por la misma parte. En el carril que viene en contraflujo pasa uno que otro carro que puede sortear el trancón de esa salida que también es la entrada a uno de los barrios más grandes de Villavicencio. De pronto, algo sucede, por un par de minutos ya no vienen carros en contraflujo, supongo yo que están atascados en la salida-entrada. Y aquí viene lo PEOR: Al no ver carros en el carril contrario, los demás "vivos" que estaban en la fila de los "bobos" y no pudieron meterse como los demás "vivos" en la paralela, deciden, sin más y sin pensar en los demás, invadir el carril contrario! Y no en una, sino en doble fila! Respiro profundo! Quiero bajarme del carro y gritarles que no sean tan bestias, que ahora si es verdad que no va a pasar nadie! (Nuevamente me controlo, con eso solo voy a lograr que me insulten o que me echen el carro encima, estamos en Colombia, nuestros niveles de tolerancia son muy bajos: María José, paciencia!). 

Como resultado de tanta viveza ya no somos tres sino CINCO carriles repletos de carros para salir por la misma parte, un embudo de cuatro carriles de "vivos" y uno de "bobos"! Cuatro de "vivos" que no tuvieron en cuenta ni a los "bobos" ni a los incautos que tenían que ingresar por la misma parte, ni a los pobres que van o vienen por la vía Villavicencio - Bogotá. -AUXILIO! y mil veces AUXILIO!- En medio de mi desesperación e impotencia me pregunto dónde está la autoridad? Qué se hicieron ese par de risueños policías de tránsito? Cuándo vamos a salir de este atolladero? Quién podrá salvarnos? AUXILIO!

llego a mi oficina siendo casi las 10:00 de la mañana, tres horas después de lo presupuestado, si señores, nos demoramos casi dos horas y media en una distancia de no más de 400 metros; distancia que hubiéramos podido recorrer en un tiempo de no más de 20 minutos si todos hubiéramos respetado el carril de los "bobos". Alguien me preguntará que cómo hicimos para solucionarlo y yo le responderé que ni idea, pues los tales policías de tránsito nunca los volví a ver, ni siquiera cuando logré alcanzar la desembocadura y salir del trancón.

En esas dos horas y media de ver tanta viveza, tanto egoísmo, pensé en Colombia, en los colombianos, en esta "cultura del más vivo" que a la final nos termina consumiendo y es la causa de la mayoría de nuestros caos.

En medio del trancón me acordé de la tragedia de "Quebrada Blanca". Yo no había nacido, pero recuerdo que siempre que había un trancón en la vía Bogotá - Villavicencio y los más "vivos" empezaban a hacer doble fila, mi papá contaba con horror que por esa misma razón murieron más de trescientos colombianos en el derrumbe que nos dejó incomunicados por más de ocho meses en ese sector de la carretera; contaba que el se salvó porque decidió devolverse y pudo hacerlo a tiempo, ya que en el lugar donde él se encontraba aún los "vivos" no habían hecho doble fila (afortunadamente o si no no estaría contándoles este cuento). Murieron casi trescientos colombianos gracias a  la "viveza" de muchos conductores que "se llevaron por los cachos", como decimos en el llano, a los "bobos" que estaban respetando la fila y a los incautos que los acompañaban.

Lea aquí qué pasó en el sector de Quebrada Blanca, en la vía que comunica a Bogotá con Villavicencio, en 1.974. Archivo El Tiempo.

En esas dos horas y media reflexioné sobre estos últimos días, sobre el panorama político nacional, el proceso de paz, las reformas a la salud, a la justicia... llegué a la conclusión que esa misma viveza, ese mismo egoísmo lo vivimos todos los días no solamente en las vías de nuestro país, es en todo... y es ahí donde me embarga la desesperanza, y es ahí donde me alejo de la realidad. El problema acá es que en últimas los "vivos" no entienden que a la final terminan siendo los más "bobos" y que cada una de sus actuaciones terminan afectándonos a todos....hasta cuándo?

Post data: Si es tan sencillo hacernos la vida más fácil, respetar las filas, ceder el paso, pasar uno a uno en cremallera como enseñaba Mockus, por qué seguimos atropellándonos y dándonoslas de avivatos? Sencillo, porque acá en Colombia la educación no es la prioridad y en Villavicencio, como en muchas ciudades colombianas, no se ve la voluntad política ni la autoridad para diseñar y ejecutar una campaña de cultura ciudadana que nos inculque el respeto por los demás, especialmente por nosotros, los más "bobos". 







domingo, 13 de abril de 2014

¿Educar con cobertura y calidad, educar para la PAZ, o las dos?

Por estos días el gran escándalo, entre tanto escándalo en Colombia, es el pésimo resultado de la evaluación de nuestros estudiantes y docentes en las Pruebas PISA, sigla en inglés para el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes. Resultado tristemente compartido con la mayoría de países latinoamericanos, para consuelo de tontos. 

Y es que no puede ser más aterrador para un país que el pensar que su futuro está en manos de personas con resultados tan desalentadores que evidencian, entre otras cosas, la falta de voluntad política para diseñar, invertir y ejecutar programas educativos eficaces y eficientes en un país con tanta riqueza despilfarrada en corrupción y  guerra, el desinterés de la gran mayoría de los docentes por prepararse permanentemente para educar y ajustarse a la nuevas necesidades de formación, la cultura facilista que ha permeado nuestra sociedad y que ha hecho mella en la mayoría de nuestros adolescentes, entre los cuales la ley del mínimo esfuerzo es la que pulula, y la mirada complaciente o impotente de muchos padres ante esta situación. 


El problema de la educación en Colombia no se le puede achacar solamente al gobierno nacional ni a los profesores, es una responsabilidad de toda la sociedad: de gobernantes, docentes, padres y alumnos, y también de los que no somos padres. Por lo tanto es nuestro deber darle una mirada objetiva a todos esos aspectos en los que hemos estado fallando.

Recuerdo que "en mi época", cuando era estudiante de colegio (desde finales de los70s hasta principios de los 90s), me sentía súper orgullosa de vivir en uno de los países con uno de los mejores sistemas educativos del mundo, eso decían! Claro, desde mi pequeño mundo de privilegios yo no tenía en ese momento en cuenta que la cobertura educativa en Colombia era muy baja y que yo pertenecía a ese exiguo grupo de ciudadanos que tenía acceso a educación de calidad gracias al gran esfuerzo de nuestros padres por proveernos de lo mejor que ofrecía el sistema educativo privado de esos tiempos.   

La educación primaria y secundaria en Colombia en el siglo XX - Fuente: Banco de la República.


Ahora sé que fuimos pocos los que tuvimos la fortuna de estudiar y prepararnos para la vida en instituciones educativas con un alto nivel de exigencia académica, donde valores como la disciplina, la responsabilidad y el respeto eran fundamentales en las relaciones con los profesores, los demás alumnos, el país y la sociedad. Sin embargo no tengo ni idea en qué momento eso cambió... es cierto que la cobertura educativa ha aumentado, no así bien lo ha hecho la calidad, pero este artículo no se trata de debatir sobre eso...eso se lo dejo a los expertos. 


Hace poco escuchaba a un gran amigo, un par de años mayor que yo, hablar de varias cosas que me parecieron fundamentales para entender parte del problema actual; lo que más me llamó la atención fue lo que él denominó el "síndrome de la psicóloga amorosa" señalando enfáticamente que eso es lo que tiene fregado a este país en términos de educación y convivencia. Según su teoría, al ser tan laxos con el "libre desarrollo de la personalidad" de nuestros jóvenes (derecho consagrado en la Constitución Nacional de 1.991); la educación, o más bien, los educadores (padres y docentes) se han quedado sin herramientas para exigir disciplina  y, sobre todo, respeto a su autoridad. 



Siempre he creído que tener hijos es una gran responsabilidad que no se reduce al hecho de proveer su alimentación, salud y educación formal, que va más allá, a lo más importante, que es procurar que en el proceso seamos capaces de formar niños responsables, valiosos, con criterio, adultos que generen impactos positivos en sus comunidades y por tanto, personas de paz.

Cada vez veo más parejas jóvenes, con hijos en edad de iniciar su etapa escolar, preocupadas no tanto por la calidad académica de los colegios en cuyas manos confiarán parte de su responsabilidad de educar, sino haciendo una revisión juiciosa del sistema educativo, especialmente en lo que atañe al modelo de formación en valores éticos, como principal determinante de su elección. Eso me alegra!

Es la respuesta natural de una generación que fue criada con amor pero también con disciplina, que ha visto ante sus ojos como nuestra sociedad al parecer ha perdido el sentido de qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, y donde los "valores estéticos" han ganado primacía sobre los éticos. Una generación que entiende que el futuro de sus hijos no depende de la cantidad y calidad de los conocimientos que adquiera, sino de la verdadera preparación para vivir en sociedad. Una generación de padres que ha logrado entrever que si se cultivan valores éticos sus hijos serán excelentes en cualquier cosa que se propongan. 


En el fondo la mayoría de los que nos preocupamos por el futuro del mundo soñamos para las nuevas generaciones eso que se ha llamado "Educación para la paz" que se define como el proceso de adquisición de los valores y conocimientos, así como las actitudes, habilidades y comportamientos necesarios para conseguir la paz, entendida como vivir en armonía con uno mismolos demás y el medio ambiente. (Wikipedia) 


En medio de la negociación de los acuerdos de paz con las Farc es bueno preguntarse qué es lo que necesita Colombia en materia de educación, especialmente, en un futuro de postconflicto - si Dios, sus gobernantes y sus ciudadanos queremos -: ¿Educar con cobertura y calidad, educar para la PAZ, o las dos?

Para terminar recuerdo esta anécdota familiar: Un día  mi hermano menor llegó muy ufano del colegio a mi casa, tendría no más de 8 años, y con un "tonito" altivo le dijo a mi mamá, como gran cosa, que ese día le habían enseñado TODO sobre los derechos de los niños y que él ya sabía que podría quejarse ante el Instituto de Bienestar Familiar de cualquier atropello que cometieran mis papás (Por atropello léase cualquier llamado de atención correctivo que le hicieran). La respuesta de mi mamá fue: - Si? Pues que quede bien claro, los derechos de los niños de esta casa terminan en la puerta, donde empiezan los de los papás -. Fin de la discusión.



Dedicada con cariño a @desde_el_rio y a mi amigo Santiago, 
con sus "teorías educativas" me inspiró a escribir estas letras.


Algunos enlaces interesantes:


Seis pasos para entender las pruebas PISA - Revista Semana.


Así son las preguntas de la 'vida cotidiana' en las pruebas Pisa - El Tiempo


¿Por qué le fue mal a Colombia en las pruebas Pisa? - El Tiempo


Libre Desarrollo de la Personalidad - La Salle Instituto San Carlos Medellín.


Educación para la paz - Ministerio de Educación Nacional.


El para qué de la Robótica Pedagógica - Colombia Digital.

sábado, 5 de abril de 2014

PEÑALOSA PODRÁ SER HERMOSO, PEEERO....

Si las elecciones para Presidente de Colombia fueran mañana, si la elección de quien va a regir nuestro futuro por cuatro o más años dependiera única y exclusivamente de mí, y si se tratara de un concurso de belleza, sin duda Enrique Peñalosa sería el ganador indiscutible. 

Debo confesar que me "enamoré" de él cuando me lo encontré en plena avenida Caracas de Bogotá, se acercó al carro en el que viajábamos rumbo a Villavicencio con mis papás y, desde su inmensa estatura, con gran humildad y una sonrisa sincera, nos pidió su voto para ser alcalde de nuestra capital, ¡Hermoso! Mi mamá y yo quedamos encantadas, mi papá (qepd), no tanto: ese hombre le había quitado la atención de su par de muñecas y había terminado siendo el centro de la conversación de lo que en ese tiempo era un laaaargo camino hacia la Puerta del Llano.

Para esa época yo estudiaba en Bogotá, y por supuesto, como bogotana de nacimiento que soy -llanera de crianza y de corazón- me preocupaba el futuro de una de las ciudades más importantes de mi vida. Ya había elegido a Antanas Mockus en mi primer ejercicio a los 18 años de ese maravilloso y no bien ponderado derecho al voto. Peñalosa se presentaba como una excelente opción, había estudiado la ciudad hasta los  tuétanos, era el gerente que necesitábamos y además se había ganado mi corazón. No lo dudé y voté por él. 

Nunca lo volví a ver personalmente, ¡lástima! Como alcalde de Bogotá siento que no me defraudó. Empecé a ver (y padecer) las obras en la 15, en la autopista, por todos lados... la recuperación del espacio público, el Transmilenio, las ciclorutas, etc. Veía en ese alcalde la ejecución de una serie de políticas que representaban lo que, en ese momento, me parecía lo más importante para una ciudad: la movilidad, el espacio público, la estética urbana, la educación y claro, la continuidad de las políticas de formación de cultura ciudadana de Mockus, potenciadas.


Después salieron a la luz pública los escándalos de corrupción respecto de los contratos de esas obras, las tristemente famosas losas de Transmilenio...como buena colombiana resignada a nuestra cultura y clase política tradicional, me dije: "Bueno, al menos esta administración robó, pero se le vieron las obras". (Perdón)

Hoy, después de casi quince años, Enrique Peñalosa sigue en mi corazón (amor platónico que llaman) y se presenta como el candidato que le puede ganar a Juan Manuel Santos la presidencia. Las elecciones no son un concurso de belleza y como ciudadana responsable que soy, siento que debo dejar de lado mi "platonismo" y darle una mirada objetiva a quien resulta como seguro ganador de los sondeos de opinión que he hecho entre mi familia, conocidos y amigos (tengo complejo de Datexco).

Porque bien lo dijo Rudolf Hommes :"Enrique Peñalosa tiene el singular atributo de ser un político con ideas de izquierda que la derecha percibe como afín. Esto puede aportarle muchos votos en las elecciones, pero le haría perder muchos de sus propios electores si formaliza alianzas con cualquiera de las dos tendencias antagónicas extremas. Va a tener que ser más zorro que los príncipes de los zorros para ganar ahora o quedar como opción para el 2018."


Si bien en la consulta del partido Verde no voté por él, no dudo de Peñalosa como gerente. Siento que ha sido un buen administrador, sé que así como ha estudiado a Bogotá, puede estudiar y llegar a meterse a Colombia en la cabeza, siento que tiene todas las capacidades para dirigir el país y llevarlo hacia la paz, la justicia social y la prosperidad económica para todos que tanto hemos soñado. Sé que está en capacidad de meterle mano a temas clave como la salud, la educación, el agro, el empleo y la seguridad, porque es hombre estudioso, con carácter y autoridad. Más de una década por fuera del poder y  tantas derrotas pueden haberle dado grandes lecciones de humildad y la capacidad de pensar bien el futuro, no sólo de esa pequeña Colombia que es Bogotá, sino del país entero. 

Sin embargo, dudo de Peñalosa como político, dudo de las alianzas que pueda hacer para lograr esos objetivos. Según mis sondeos (recuerde: tengo complejo de Datexco), el hecho de que el partido Verde no tenga mayor representatividad en el Congreso es el talón de Aquiles de Peñalosa y es lo que pone a muchos a dudar de su capacidad para gobernar nuestro amado país sin necesidad de hacer nuevamente alianzas reprochables. 

Sabemos que tendría que hacer alianzas, así funciona la política, pero tiene que evaluar muy bien cómo y con quién. A la hora del café, la mejor y única alianza que puede hacer es con el futuro del pueblo colombiano.


Para mí la paz no depende de la continuidad de Juan Manuel Santos en el poder. El peor error que puede cometer el pueblo colombiano es dejarse engañar, una vez más, por las Farc o por un Santos; creo que muchos ya aprendieron la lección de Pastrana. Si hay verdadera voluntad de PAZ por parte de las Farc la realizará con uno o con cualquiera de los candidatos que estén a favor de ella. Peñalosa ha dicho que es uno de ellos, que respalda el proceso de paz, y yo le creo:








Sin embargo, vuelve y me asalta el sinsabor de la duda cada vez que pienso en su cercanía con Uribe. Es por esto que en este momento  -a menos de un mes y medio de las elecciones-  aún no sé por quién votar o si votaré en blanco. Sólo me resta dejar sobre la mesa la candidatura de Peñalosa porque es quien, según las firmas encuestadoras, se perfila como posible ganador.

Dice mi mamá: "A Peñalosa aún le faltan unos cuantos hervores para manejar este país." Digo yo: será solo a Peñalosa... ¿acaso no les faltan unos cuantos hervores a todos los candidatos?

“Peñalosa es el verdadero candidato de Uribe” Horacio Serpa - Jorge Gómez Pinilla - Revista Semana


lunes, 31 de marzo de 2014

EL PROCESO DE PAZ CON LAS FARC ES EL "CABECIPELAO".

Creo que el sueño de todos los colombianos es la paz, pero también creo que no estamos haciendo mucho para alcanzarla. Veo un país polarizado frente a un proceso de paz que, aunque tiene sus falencias, en términos generales está bien estructurado. 

Siento tranquilidad al saber que los principales puntos que se están tratando en la Habana son vitales para el futuro del país. De llegar a una solución satisfactoria, serán el punto de partida de los cambios estructurales que necesita Colombia para lograr una verdadera justicia social.


Quienes vivimos en zonas de provincia conocemos a fondo el horror de esta guerra. Aunque solo he sido una víctima indirecta de las circunstancias, creo que el cese de la guerra -en principio con las Farc y después con otros grupos irregulares- marcará un cambio sustancial en nuestras vidas. Esa es mi esperanza, ese es el acto de fe que hago en este proceso.

A veces pienso que los colombianos somos incapaces de aceptar la paz simplemente porque no la conocemos, y  nos dejamos manipular. La realidad es que estamos a merced de los intereses políticos y económicos de uno y otro lado, sin querer asumir un papel determinante en este cambio.

Para mí, el postulado de que "no todo estará acordado, hasta que todo esté acordado" manifestado por Juan Manuel Santos y, por otra parte,  el hecho de que los colombianos seamos los llamados a refrendar los acuerdos, son la garantía del proceso. 

He visto ya dos o tres procesos de paz desde la barrera. Con el actual proceso nada ha cambiado todavía. Seguimos en guerra. Las partes han acordado negociar la paz sin acallar los fusiles. Pero por lo menos esta vez tenemos claro que el gobierno no ha cedido parte de su territorio ni ha bajado la guardia en la seguridad a los niveles que ya todos conocimos en el pasado y que fueron desastrosos.

La opción que nos queda es buscar la paz, ¡no hay más! Es todo o nada. O se hace la paz o seguimos en guerra, cada vez peor. Sabemos que el postconflicto será complicado y que hay que trabajar en el tema de la reconciliación y la reparación integral de las víctimas. Tendremos que tragarnos unos cuantos sapos para lograrlo. Aún así, la única salida digna para nuestro amado país es la negociación. 


Mi voto siempre será por la PAZ y por todos aquellos que me garanticen que van a trabajar por alcanzarla. Se acercan las elecciones presidenciales, un momento decisivo para nuestra historia, un momento para decidir con el corazón en la mano (y el voto) qué es lo que queremos y con quién o quienes lo vamos a lograr. Invito a examinar con lupa las propuestas de los candidatos en este sentido y hacer un acto de fe por sus programas de gobierno, pero especialmente por la PAZ.

Eso me recuerda el dicho que utilizaba mi tía abuela Graciela cuando no había más de una opción de dónde escoger o cuando, entre dos opciones, debía decidirse por la menos peor:"Pues no habiendo más, aunque sea con este cabecipelao me voy!".

Contaba Mamá Galita, como le decíamos de cariño, que en el Huila un señor llamado Pedro le vendió su alma al 'Patas' a cambio de riquezas y fama, con el compromiso de entregársela al cabo de veinte años. Pedro se convirtió en el terrateniente más rico y respetado de Neiva. Pasaron los años y se acercó la fecha de la entrega. Pedro entró en pánico. Para evitar que el 'Patas' lo reconociera se rapó la cabeza y le dijo a su mujer que le dijera que él se había desaparecido, que ella no sabía dónde estaba. 

Llegó el terrible día y el 'Patas' se presentó en la casa. Pedro se escondió detrás de la puerta. Cuando la mujer abrió, aquel le preguntó en tono cantado, así como hablan los opitas:  


-Bueeenas nooooches, ¿estará mi compaaadre Peeedro?


-No Señoooor, Pedro anda hace raaaato desaparecido, no tengo ni idea dóooonde andará! 


Entonces el 'Patas' metió la mano detrás de la puerta, tanteó la cabeza rapada de Pedro y lo agarró diciendo: 


- ¿Siiiiiiii? ¡Qué pesaaaar! Pues no habiendo máaaas, aunque sea con este cabecipelao me voy!


Y se lo llevó. 


Yo creo es que es preferible un proceso de paz con defectos que continuar viviendo el horror de la guerra. Para mí el 'cabecipelao' en este momento es el proceso de paz con las Farc. Y que si de mí depende, prefiero quedarme con eso a seguir viendo a Colombia en un conflicto eterno y sin esperanza de un futuro mejor. 




jueves, 13 de marzo de 2014

COLOMBIA, LA FELICIDÁ!

David Durán, mi admirado tuitero, poeta y escritor venezolano, aquel "eterno aprendiz, curioso de la música y la palabra" (como él mismo se auto-describe en su biografía de twitter), al que sigo hace ya bastante tiempo y con quien me he identificado muchísimo, publica hoy un tuit que me pone a pensar sobre Colombia y Venezuela, sobre qué significa la felicidad y la tristeza para un pueblo, y cómo esa felicidad a veces se confunde con negación.


Pienso especialmente en mi país, Colombia, que según el "barómetro global de felicidad y esperanza" sigue ocupando los primeros lugares como uno de los países más felices del mundo, y en cómo el resultado de una encuesta global nos genera tantas posiciones diversas: a algunos los espanta, a otros nos alegra, a algunos les da rabia, a otros nos divierte, a algunos les resulta irónico, a otros nos maravilla seguir viendo la capacidad que tenemos los colombianos de transformar nuestro realismo trágico en algo mágico, de reírnos de lo bueno, de lo malo, y de no perder jamás la esperanza:


Será que todo este realismo mágico es en el fondo nuestra forma de negarnos a la dura realidad que vivimos, o será quizás que somos un pueblo tan maduro en el manejo de nuestras emociones que hemos aprendido, a fuerza de soportar tantos dolores y decepciones, que la mejor forma para mitigar nuestras tristezas es la de adoptar una actitud folclórica y mamagallista frente a la vida?

Creo yo que no, no es negación, tampoco ignorancia; la mayoría de los colombianos sabemos perfectamente cuál es nuestra realidad...incluso muchos, y esto me duele decirlo, desayunan, almuerzan y comen pegados a las pantallas de sus televisores viendo las noticias "frescas" que publican los grandes medios sensacionalistas (calcule!)...Por eso insisto, no es que no sepamos qué pasa, es que somos prácticos; hemos desarrollado esa capacidad de "enfrentarse a una mala situación precisamente con una pequeña broma heroica en lugar de someterse a ella simplemente "sin comentarios"" (Elizabeth Lukas citando a Viktor Frankl). 

Son esos comentarios los que, día a día, le ponen sabor a nuestras vidas y pintan sonrisas en nuestras caras, son esos comentarios los que hacen que nos queramos quedar en nuestro país (a pesar de); porque preferimos tener con quien reir, con quien llorar, con quien tomar del pelo, con quien despotricar, con quién hacernos más amable la vida.

Y sí, a pesar de lo duro de nuestra historia, aún no hemos perdido esa calidez humana reconocida en todo el mundo, esa amabilidad innata que hace que la mayoría de los colombianos que vivimos acá prefiramos quedarnos y que los que viven en el exterior anhelen regresar. Aún sabiendo que al aplicar los estándares internacionales para medir aspectos como la expectativa de vida, la educación y la calidad de vida en nuestro país los resultados no son los mejores y que los indicadores de desigualdad, frente a otros países del mundo, no pueden sino avergonzarnos en medio de tanta riqueza, acá estamos y acá "nos la gozamos" a punta de chistes buenos, "flojos", malos y re malos.

El Tiempo. Colombia tiene la tercera peor desigualdad entre 129 países del mundo


Precisamente, regresando a la pregunta que se hace mi querido David Durán, sólo le puedo decir a él, y a todos los venezolanos que están viviendo momentos tan difíciles en su país, que la respuesta la tenemos los colombianos, el tratamiento: "Una sonrisa sobre uno mismo rompe el hechizo del miedo" (Viktor Frankl)

Y es que casualmente en este comienzo de año cuando salió la noticia que Colombia había sido señalada, una vez más, como uno de los países más felices del mundo, me encontraba yo leyendo varios libros sobre la vida y obra de Viktor Frankl, aquel psiquiatra austriaco judío que padeció y sobrevivió el horror de los campos de concentración nazis y que nos dejó como legado la logoterapia, 

Tratando de buscarle un sentido al sinsentido que el resultado del "barómetro global de felicidad y esperanza" parecía reflejar, de la mano de Frankl encontré una posible respuesta: "La libertad humana es libertad finita. El ser humano no está libre de condiciones, sino que sólo es libre de adoptar una actitud frente a ellas. Pero estas no lo determinan inequívocamente, porque, al fin y al cabo, le corresponde a él determinar si sucumbe o no a las condiciones, si se somete o no a ellas."  "El humor es, junto con la confianza, la mejor terapia." "el sentido en el sinsentido" (Victor Frankl)


Todos los días lo injusto y lo absurdo de las cosas que pasan en Colombia y en el mundo nos hacen rabiar, eso es innegable... Después del impacto inicial de las noticias tenemos dos opciones: echarnos a reír o sentarnos a llorar? Cuál cree usted que sea la actitud más esperanzadora a tomar, sin dejar de lado la responsabilidad de hacer y exigir un mundo mejor en todo y para todos? 

Dedicada con todo mi cariño a:
Alelí, que me animó a leer en busca del sentido.
@_buenafortuna, que me animó a escribir sobre el sentido.

viernes, 7 de marzo de 2014

LA "VOLTIAREPAS"

Hay un viejo refrán que dice que "hablar de religión, política y fútbol terminará siendo siempre una discusión bizantina", en ese sentido, y casi desde que tengo "uso de razón" puedo decir que he estado sumergida en ese tipo de discusiones que, sin razón o con razón, han ido formado poco a poco mi carácter y mi criterio. Gracias al sinnúmero de ocasiones en que desde niña me sentaba con mis padres a discurrir sobre temas políticos, cotidianos, históricos, literarios o simplemente a "rajar" de la vida, los conocidos, la familia, inevitablemente siempre terminábamos sumergidos en alguno de esos asuntos en los que cada uno tenía su opinión y en los que los argumentos, aún los más maravillosamente bien sustentados, resultaban inútiles por ese mismo hecho.



Lo cierto es que la persona de ideas más "fijas" en la familia siempre ha sido mi mamá, una mujer que cuando quiere, adora, y cuando no quiere, borra de su mente la existencia de la persona; una mujer radical, de familia ultra conservadora, que en su vida no ha matado ni a una mosca pero que conoce bien las armas de fuego y sabe cómo usarlas; una mujer que creció en medio de la violencia de los años cincuenta en Colombia, cuando las amenazas de la guerrilla tocaban a las puertas de la finca de mis abuelos todos los días, no quedándoles más remedio que armarse para defenderse...una mujer maravillosa ... pero.. uribista acérrima... (deje así).

Esa mujer que amo, siempre termina nuestras discusiones "bizantinas" sobre política con un "Tú lo que eres es una voltiarepas!", es su manera dulcemente insultante de no esgrimir más de "sus argumentos", reclamarme y decirme que no está de acuerdo con mi movilidad de afectos políticos, por no ser "de una sola pieza". Pues sí, es verdad, tal vez a excepción de Antanas Mockus, a quién elegí, seguí y admiré por muchos años, aún no he encontrado el político que me convenza y suelo evaluar las cualidades de uno y de otro, y al final suelo decidir mi voto con tan sólo una semana (o menos) de anticipación a las elecciones...Y pues sí, también es verdad, en alguna época como ya lo he confesado varias veces, aunque aún no haya recibido suficiente látigo por eso, fui uribista.


Justo en este momento político que estamos viviendo en Colombia, me pregunto y me cuestiono si el hecho de ser "voltiarepas" es una ventaja o una desventaja para mí y para este país que amo, y justo hoy leo un artículo de opinión en la revista Semana escrito por Marta Ruiz que me encantó y me dió la respuesta: Votar, ese acto de fe! "Saldremos a votar como un acto de fe en ese puñado de gente decente, bien intencionada, que posiblemente saldrá elegida y llevará nuestra voz al Congreso. Porque el voto se ha convertido más que en un acto de soberanía popular, en un acto de fe."


Tal vez no es que sea voltiarepas solo por serlo, simplemente me gusta hacer constantemente "actos de fe" en los políticos. Esa es mi forma de responder al sistema electoral que tenemos, que si bien puede que no sea el mejor, también es cierto que a su manera funciona... o por lo menos consuela saber que no estamos sumergidos en una dictadura, aunque a ratos parezca tiránico.



Una democracia representativa, aunque esto se les olvide a la mayoría de nuestros representantes una vez sentados en el poder, exige de nosotros sus soberanos, precisamente vivir informados. Antes de elegirlos, saber quiénes son, qué hacen, cuál es su programa de gobierno y una vez electos, cómo nos representan, en qué han acertado, en qué han fallado.

Una democracia representativa nos da el derecho inalienable a evaluar una y otra vez a nuestros gobernantes, y si nos toca como resultado ser "voltiarepas" pues seamoslo una y otra vez, hasta que demos con el mejor y lo mejor para Colombia.


domingo, 23 de febrero de 2014

COLECCIONISTA DE TRINOS

Las redes sociales en el mundo actual responden a esa necesidad cada vez mayor de los seres humanos de comunicarse e interactuar con otros seres de su misma especie, pero además ver el mundo, aprender, analizar, sonreir y llorar. Esa es nuestra naturaleza, así fuimos creados, y aunque creo firmemente en las virtudes maravillosas del silencio como medio para armonizarnos, también creo que no hay nada de malo con darle un vistazo al mundo desde distintas perspectivas.


Mi aventura por las redes sociales empezó con facebook hace unos siete años, por sugerencia de un gran amigo descubrí lo que para mi fue en ese momento uno de los mejores inventos de los tiempos modernos. Era la oportunidad de reencontrarme con grandes amigos del pasado con los que, por el normal transitar de la vida, había perdido contacto. Cada día era como abrir las páginas hacia una nueva aventura, a quién voy a encontrar hoy?, en que andará?, Cómo será su vida?... y si, así fue, casi por dos años representó para mi todo mi mundo virtual... a través de facebook logré contactarme con personas de mi pasado que habían emigrado y que ya tenían sus familias y sus vidas hechas en otros lugares del país y del mundo, amigos con los cuales tal vez jamás hubiera vuelto a hablar o que si me hubiera encontrado muchos años después, quizás no hubiera reconocido. Confieso que también fue para mi una excelente herramienta de marketing, en tiempos en los que a duras penas se estaba viendo a las redes sociales como medios idóneos para la oferta de bienes y servicios yo ya le estaba sacando todo su potencial, sin saberlo.



Sin embargo, debo confesar que llegó un momento en el que ya no era una aventura sino simplemente un enlace más en el computador desde el que veía las fotos y los comentarios de los "amigos" pero en el que ya no tenía sentido pasar mucho tiempo simplemente porque ya sabía en qué andaba tooooodo el mundo de mis conocidos. Fueron muy pocas las personas que conozco que decidieron no registrarse en este mundo virtual y curiosamente son las personas con las que más hablo y comparto hoy en día.



Siendo gran consumidora de noticias, hace unos cinco años empecé a ver que el mundo comenzaba a hablar de Twitter como la red social que había revolucionado las comunicaciones. Hábida de saberlo todo, fui una de las tantas personas que abrió su cuenta, entró un par de veces y como no lo entendió, la dejó a un lado. Pasaron casi dos años hasta que por estas fechas alguien se tomó la amabilidad de enseñarme cómo funcionaba este mundo del microblogging,y debo decir que para mí fue el mejor de los descubrimientos, y si, que tal vez me enamoré del mundo de los 140 caracteres de la misma forma como a los 12 años me enamoré de la literatura.



Desde que las redes sociales entraron en mi vida, me he sentido fascinada por la cantidad maravillosa e ilimitada de oportunidades de ver el mundo, interactuar con seres conocidos del pasado y del presente, y sobre todo, aprender. Pero desde que descubrí twitter me ha encantado el hecho de poder interactuar con una gran cantidad de seres desconocidos con los que, al final, en sus palabras me he reconocido. Miles de personas que resultan siendo casi como tus amigos, seres maravillosos a los que, tal vez, nunca conoceremos en la vida real, pero a los que a través de sus letras, uno puede identificar como esos grandes cómplices con los que compartes tus alegrías, tus tristezas, tus ideales, tus sueños, las cosas que cambiarías del mundo, las cosas que te indignan, los gustos, las verguenzas y hasta las bobadas.



Desde que comenzó mi pasión por la literatura tuve la costumbre de anotar las frases de los libros que me llegaban al corazón, en ese sentido siempre fuí una coleccionista de oraciones. Es por esto que, una vez entendí como funcionaba twitter, decidí volverme también coleccionista de trinos. Y debo decir que por principio de mi colección, cada uno de los trinos que colecciono de alguna manera me reflejan a mi. Y si alguien algún día quiere saber quién soy y en qué creo, basta sólo con darle una mirada a lo que escribo o a lo que le hago "retuit" para compartirlo con mis seguidores: https://twitter.com/marajita



Esta es la primera entrada a este blog, la escribo porque he sido invitada por un gran ser humano, Dick Salazar, al que sólo conozco por twitter, facebook y skype, pero con el que tengo una gran "relación tuitera" desde hace casi dos años, a compartir mi colección en "El Periodicko"; en la sección denominada "EL PAÍS DE TWITTER". Espero que esta sea otra buena experiencia en mi vida y que quienes lean mi selección de trinos, se sientan tan identificados como yo con las palabras de adorables desconocidos.



y es aquí donde empieza la aventura, no sólo de leer y coleccionar trinos, sino también de escribir sobre ese mundo de los 140 caracteres y los seres que los redactan....en manos de Dios.



Marajita